El comercio exterior del sector siderúrgico español atravesó una leve ralentización durante el pasado año que afectó a ambas caras de la moneda ya que, tanto la importación como la exportación se anotaron caídas en cantidades y precios.
En este sentido, las compras exteriores de laminados de acero cerraron el pasado 2013 con unas entradas de algo más de 7,5 millones de toneladas, lo que representa un descenso del 2,6%. La citada caída se debe al retroceso de las compras en Europa (-8,7%), que no ha sido compensado por el aumento del 24,8% de las entradas de laminados desde países terceros. Si se miden las importaciones por su valor, la factura de 2013 alcanzó los 5.553 millones de euros con un descenso del 5,6%.
Por su parte, las exportaciones españolas de aceros alcanzaron los 9,4 millones de toneladas en 2013 con un descenso interanual del 2,3%. La factura que se cobró por las ventas exteriores de 2013 fue de 7.267 millones de euros, lo que también representa un descenso del 9,1%.
A partir de las cifras de comercio exterior que facilita la patronal Unesi, se puede deducir que , el saldo de las transacciones españolas de aceros se volvieron a saldar positivamente, tanto en cantidades como en precios. De esta manera, la siderurgia española vendió al exterior 1,9 millones de toneladas más que las que importó, cobrado por las ventas un total de 1,714 millones de euros más de los que pagó por sus compras.
Sin embargo, los saldos positivos alcanzados en 2013 son menores que los resultados obtenidos un año antes ya que la ventaja es un 0,9% más baja en cantidad y un 19% en factura. A su vez, los precios unitarios, euros por tonelada, también anotaron caídas interanuales en las dos vertientes del intercambio. Así, por cada tonelada importada hubo de pagarse un total de 735,2 euros mientras que por cada tonelada vendida se cobró 769,8 euros.
La combinación de estas cifras arroja un saldo favorable para los exportadores pero esconde el dato de que un año antes se obtuvieron mejores precios en las ventas, y con una diferencia más alta sobre los precios de compra.
Por ello, el precio medio por importación cayó durante el pasado año un 3,1% mientras que el descenso de los precios medios de las exportaciones se elevó hasta el 7%. En definitiva, 2013 fue un mal año para el comercio exterior siderúrgico aunque hay que tener en cuenta que, al igual que ha ocurrido con los noveles de producción, los datos fueron mejorando conforme avanzaba el ejercicio. Ahora toca esperar para comprobar hasta cuándo dura esta mejora y hasta cuánto llega.
Noticia extraída del periódico Empresa XXI, nº 663. Autor: José Ramón Rodríguez.
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